Tiempo ido, abuelo. Roberto Merino
Lentos, demorados viajes en tren. Ciudades achaparradas, de murallones blanqueados a la cal, sembradíos, lomas con arbustos, caminos interiores con pircas, humo gris de los ramoneos contra el cielo nublado junto a esteros verdosos, distancias de la tarde que se va dejando atrás. En una parte alfalfa, en otra tierra arcillosa, a la vuelta un cerro agrietado por los antiguos terremotos. En el maletín de cuero llevaba un paquete con…