De Sara Moncada (Ediciones Carlos Porter)
Se acerca la hija al oído de la moribunda:
Te quiero contar de mis logros
he podido cumplir treinta y nueve años
a los treinta y dos logré enamorar a alguien –tanto que fuimos a la comida china–
algunos sábados vendo ropa tuya en la plaza
y le grito a la gente cosas de buena costumbre.
*
Me hallo siempre levantando la mano como en el colegio
pero aún no me ceden la palabra
(no te preocupes que ya querrán saber de mis inquietudes
el asunto es que no tengo ninguna)
solo quiero levantar la voz de hormiga y que me saluden.
Ya no tengo miedo a morir
tengo miedo a que no se den cuenta que estoy muerta.
*
La madre sentada bendecida por la brisa del mar
la señora con casa en la playa
con hortensias crecidas
con sombrero de paja y raso de seda.
Ese raso volará y un tipo lo alcanzará
para captar una fotografía en sepia
que se usará para la marca de un jugo dietético.
*
En qué momento una persona deja de creer
en la persona que es.
En qué momento una flor sigue siendo una flor
si se mueren todos sus pétalos.
¿Seguirás siendo tú si te sacan todo, si te embalsaman?
¿Qué pasará con tu cuerpo, madre?
De Piel verano (Libros La Calabaza del diablo)
Cuando se apaga la luz
me prendo.
El grito más pensante de mi casa,
las arrugas caídas de mi frente
llegan a estirarse hasta el diafragma
(me puedo ver en el reflejo de una pantalla).
Cuando se apaga la luz
me prendo
Estoy acostada en el borde de un alambre,
el silencio se aproxima
infinitamente se aproxima
el silencio no logra entrar en mi oído.
Cuando se apaga la luz
me prendo.
A mí no me pidan que
piense
analice
concluya.
El silencio está dentro y dentro de lo dentro
como un punto rojo que maneja el centro de mi centro.
Cuando se apaga la luz
recibo.
Higiene personal
Me hecho desodorante sobre la tela de mi blusa,
me lavo la mitad del pelo que llevo descubierto,
me cepillo los dientes que se ven cuando me río,
me saco los pelos desde donde termina una pollera,
hasta donde empieza mi bota
me lavo el poto con un jarrito sentada en el bidé,
sin sacarme los calzones de los tobillos
me limpio el empeine del pie, y no la planta,
me saco el olor a sexo de los dedos
metiéndolos a un vaso de té,
me borro tus marcas con saliva.
Cuando me duele la guata, me la sobo
cuando me duele la cabeza, la masajeo
cuando duele la espalda, me estiro
cuando se trata de ti
no sé dónde tocar o qué mover
tampoco sé qué escribir ni a qué parte de tu cuerpo.
Escalera (inédito)
Si pones el pie y me tropiezo
podría caer por las escaleras
es más, acabo de caer
quédate estática
en el mismo lugar y observa mi caída
escucha cómo grito de dolor
no apresures tu ayuda
Ligamento cruzado anterior quebrado.
Lo nuestro quebrado hace un par de horas
Atrás.
Momento de crísis sobre el borde de un peldaño
Rodéame de yeso y
escribe dedicatorias
como lo hacías en el colegio
escríbe por todas las amigas, imita sus letras.
En mi antebrazo están tus marcas
tu huella digital.
Pone en alto mi pierna con la cuerda para saltar
Tráeme leche tibia.
Los dientes forman parte de la niñez
se caen
salen otros
como las plantas.
Imagen: Josesko